¿Déjà vu?: Cómo fue el debate cuando se redujo la jornada laboral a 45 horas y los argumentos que se repiten en la discusión actual
Al igual que en la discusión actual, el senador que impulsó en aquella época la reducción de la jornada, recalcó que se trataba de una propuesta admisible.
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Que es un tema que puede ser propuesto exclusivamente por el Presidente de la República, que impactará negativamente en las remuneraciones, que los países desarrollados que lo han implementado tienen buenas cifras de productividad, y un largo etcétera. Esos, son algunos de los argumentos que han salido a la palestra en los últimos días respecto a las implicancias que tendría una reducción de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales en el país.
Pero, ésta no es la primera vez que Chile enfrenta un debate de este tipo. Una discusión sumamente similar se dio en 2001, cuando el entonces senador José Ruiz de Giorgio (DC) propuso reducir en aquella época las horas de trabajo.
La historia de aquel debate la recopiló la Biblioteca del Congreso Nacional, revelando que, al igual que hoy, parte importante de los argumentos -tanto a favor como en contra- se vuelven a escuchar.
Se repite la historia
Ese año, el entonces gobierno de Ricardo Lagos Escobar, presentó al Congreso un proyecto de ley que modificaba el Código del Trabajo "en lo relativo a las nuevas modalidades de contratación, al derecho de sindicación, a los derechos fundamentales del trabajador y a otras materias". La propuesta, en su origen, no incorporaba modificación alguna a la jornada laboral, que en ese entonces era de 48 horas semanales.
Fue en el debate en el Senado que Ruiz de Giorgio presentó junto a los senadores Jorge Lavandero (DC) y Mariano Ruiz-Esquide (DC), una indicación al proyecto del Ejecutivo que proponía reducir la jornada ordinaria de trabajo de 48 a 45 horas semanales.
Al igual que en el debate actual -en el cual se discute si la propuesta de la diputada del Partido Comunista es o no constitucional por ser un tema que debe ser propuesto por el mandatario-, Ruiz De Giorgio debió enfrentar los mismos cuestionamientos.
En la discusión, de acuerdo al texto de la Biblioteca del Congreso, Ruiz De Giorgio recalcó en varias oportunidades que si se interpretaba de forma rigurosa la Constitución, los parlamentarios prácticamente no podrían proponer cambio alguno. Mismo argumento que han entregado tanto los diputados del PC como del Frente Amplio.
"Si llevamos a un extremo tan riguroso la interpretación de la Constitución, terminamos prácticamente los parlamentarios o el Congreso Nacional carentes de cualquier tipo de facultad para poder legislar sobre ninguna materia del Código del Trabajo, pues prácticamente todo lo que éste contiene, como permisos o cualquier tipo de beneficio, tiene o se traduce en un costo económico. Por lo tanto no podríamos legislar absolutamente sobre ninguna materia, y ello sería una interpretación excesiva de las disposiciones constitucionales", habría dicho Ruiz De Gregorio.
En la vereda contraria, el entonces ministro del Trabajo, Ricardo Solari, habría señalado en el debate que el proyecto del Ejecutivo no había abordado una posible reducción de la jornada porque "una discusión de esta naturaleza introduce un conjunto de elementos de cierta conflictividad para algunos sectores, por ejemplo, para aquellos de menor productividad y calificación, que podrían verse enfrentados a efectos sobre sus empleos, si se reduce muy fuertemente la jornada de trabajo".
En el debate, Solari habría recalcado en varias oportunidades que si bien como gobierno estaban convencidos de que en Chile la jornada ordinaria era extensa -incluso asegurando que era la más larga de América, incluyendo América del Norte-, estimaron que dicho momento no era la oportunidad de iniciar un período de reducción de la jornada. "Una reducción de jornada tiene que estar acompañada de un proceso de aumento de la productividad, con el objeto que el costo del cambio de una reducción de jornada no sea pagado por los trabajadores con menores remuneraciones ni por los empleadores con mayores costos laborales", dijo Solari. ¿Le suenan estas frases? pues actualmente desde el Ejecutivo el argumento para rechazar la propuesta del PC es muy similar.
Este debate se dio al inicio del Gobierno de Lagos, y justamente ese fue el punto que Ruiz De Giorgio usó para lograr instalar su propuesta en el debate.
"Vivimos en un mundo donde las señales son muy importantes, cómo se rompe este círculo vicioso, cómo mejoramos la productividad de las empresas. No mejoramos dicha productividad con las relaciones laborales que hoy tenemos en este país, no hay posibilidad de que los trabajadores tengan incentivos para realmente trabajar más y mejor, porque se puede trabajar más y mejor en menos tiempo (...) La economía chilena no está tan mal, está creciendo, no a los niveles que nosotros quisiéramos, pero todo indica que debería crecer a un ritmo superior el próximo año y los que vienen, ¿por qué no entonces aprobar una norma que sea gradual? empezando por tener el próximo año una reducción de una hora a la semana, y continuar paulatinamente hacia delante, ¿por qué no hacerlo?", propuso Ruiz De Giorgio.
Al final, tras un largo debate, el Gobierno accedió a respaldar la propuesta y con ello la indicación logró ser tramitada en el Congreso. En la discusión, se acordó que la reducción de la jornada se concretara en 2005, para que las empresas contaran con un periodo de adecuación.